1.
Creando un ambiente de estudio en casa. Es muy importante crear unas
condiciones o un clima familiar que favorezca el estudio, entre ellas podemos
destacar:
· Un lugar adecuado
para estudiar, alejado de los ruidos, con iluminación suficiente (una lamparita
de mesa), una silla con respaldo, una estantería para colocar los libros y
demás útiles de estudio y una mesa amplia. En la habitación no debe hacer ni
mucho calor (da sueño) ni frío (desconcentra).
· Fomentando valores y
hábitos, como el esfuerzo, favoreciendo que sea una persona trabajadora,
constante, voluntariosa. Para ello es importante inculcar unos buenos hábitos
de estudio que en estas edades significan trabajo diario (un par de horas)
y, generalmente, a la misma hora. Hay que conseguir que el estudio en casa sea
una rutina. Para ello hay que evitar que en ese tiempo tengan otras tareas que
realizar o que estudien con la tele puesta o con Internet abierto, con música,
etc.
· Proporcionándoles los medios
necesarios para el estudio: diccionarios, libros de consulta, enciclopedias o
información vía Internet, acceso a la biblioteca municipal, etc.
· Realizando actividades
en el tiempo libre de la familia que tengan relación con el mundo de la cultura:
leer libros y revistas, visitar museos o exposiciones, asistir a actividades
culturales, etc. Favoreciendo actividades en su tiempo libre que desarrollen su
cultura musical, el aprendizaje de otro idioma o su actividad física o manual.
2.
Actuando como modelos a imitar: Los padres y madres son el primer y
más importante modelo en el que los hijos e hijas se mirarán, por ello el
ejemplo es la mejor enseñanza. Es importante que los padres muestren interés
por la cultura; tengan y lean libros, periódicos y revistas en casa; y hablen y
comenten en la familia sobre estas y otras cosas.
3.
Colaborando con el profesorado tutor de sus hijos e hijas. Si van bien en
los estudios, una entrevista a mitad del trimestre puede ser suficiente. Si
tienen dificultades, o suspenden algunas asignaturas, es conveniente acudir una
vez al mes y acordar con el profesorado algunas medidas para su mejora. En
nuestro centro disponemos de un equipo de orientación, al que podemos
acudir también para tratar de resolver las dificultades de nuestros hijos.
4.
Motivándolos para que estudien empleando técnicas de estudio. Muchos
problemas de los estudiantes son debidos a una mala memorización, a que
estudian inmediatamente antes del examen y a que no emplean un procedimiento
adecuado para comprender lo estudiado. Por ello, si los padres tienen
conocimientos sobre la materia sería conveniente que ayudaran a sus hijos e
hijas en esa tarea y, si no fuese así, conocer y apoyar las actuaciones que
desde las tutorías o desde cada asignatura el profesorado realiza.
5.
Animándolos y supervisando el estudio. Animar significa reconocer los
avances por pequeños que sean, valorar el esfuerzo realizado y reforzar las
buenas conductas de estudio. Supervisar significa estar al tanto de lo que
hacen, controlar sus hábitos de trabajo, evitar que se los salten, conocer cómo
van en el instituto hablando con el tutor o la tutora, revisar la Agenda con
frecuencia, etc. Supervisar significa también aplicar consecuencias positivas
(premios) o negativas (castigos) según lo realizado.
Tomado
de: <http://familiaescuela.blogspot.com.es/>
. Autor: Miguel Ángel Valverde Gea, Orientador IES Mar de Poniente de La Línea).
Imagen en dominio público, tomada de Pixabay.
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